Andar en los designios del Señor es un principio fundamental de nuestra creencia: si creemos en la Palabra de Dios, debemos andar según sus principios. Asimismo, si creemos que nada es imposible para Dios, nos sorprenderemos gratamente. La realidad es que debemos tener esta expectativa en nuestro corazón. ¡Nuestro Dios es maravilloso!
A través de Jesús, lo imposible es una posibilidad. Pueden suceder cosas que son racionalmente imposibles. En el pasaje de Juan 9, Jesús sorprendió a algunos religiosos al sanar a un hombre ciego de nacimiento. Aunque era una maravilla, ellos no estaban asombrados. Había un problema: Jesús había sanado a un pecador un sábado. Ante este hecho, interrogaron al ciego para saber qué había sucedido.
Por segunda vez llamaron los judíos al que había sido ciego, y le dijeron: ¡Da gloria a Dios! A nosotros nos consta que ese hombre es pecador.
—Si es pecador, no lo sé —respondió el hombre—. Lo único que sé es que yo era ciego y ahora veo.
Pero ellos le insistieron: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
—Ya les dije y no me hicieron caso. ¿Por qué quieren oírlo de nuevo? ¿Es que también ustedes quieren hacerse sus discípulos?
Entonces lo insultaron y le dijeron: ¡Discípulo de ese lo serás tú! ¡Nosotros somos discípulos de Moisés! Y sabemos que a Moisés le habló Dios; pero de este no sabemos ni de dónde salió.
—¡Allí está lo sorprendente! —respondió el hombre—: que ustedes no sepan de dónde salió, y que a mí me haya abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí a los piadosos y a quienes hacen su voluntad. Jamás se ha sabido que alguien le haya abierto los ojos a uno que nació ciego. Si este hombre no viniera de parte de Dios, no podría hacer nada.
Ellos replicaron: Tú, que naciste sumido en pecado, ¿vas a darnos lecciones?
Y lo expulsaron.
(Juan 9:24-34)
Esta es la otra cara de la religiosidad, nos impide experimentar lo extraordinario de Dios. El ciego de nacimiento fue curado, pero infelizmente, los religiosos continuaron ciegos. Un ciego vio, pero lo que resaltó a los ojos de los religiosos fue el hecho de que Jesús lo sanara un sábado.
La letra puede impedir que experimentemos un milagro en nosotros mismos. Por eso, la Palabra apunta hacia Cristo. ¡Él es la palabra viva! Jesús nos invita a salir de la religiosidad y vivir una experiencia extraordinaria con él. ¿Estás preparado para vivir lo extraordinario de Dios en tu vida?
La expectativa de lo extraordinario
- Obedece la Palabra de Dios y sus principios. Céntrate en el fundamento y no en las minucias, eso desvía la atención de lo que Dios nos quiere decir.
- Con Dios lo imposible puede ser posible. Eso no es solo un dicho popular, es la realidad.
- Lee más sobre la vida de Jesús en los evangelios y observa cómo él revolucionó el mundo de ayer y de hoy.
Para orar:
Señor Jesús, ¡tú eres extraordinario! Tú has hecho maravillas y todavía las haces hoy. Quiero obedecer tu Palabra, pero también quiero estar con mi corazón abierto a tu mover. Para ti nada es imposible, ¡aleluya!
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