Bendiciones y feliz inicio de semana…
Cuando vivimos fuera de Cristo, andamos sucios espiritualmente, con nuestras emociones, mentes dañadas y en un carne contaminada. Podemos decir que andamos con lepra en todas las áreas de nuestra vida.
Llega un momento que tenemos que reconocer a Jesús en nuestra vida, para que nuestra condición pueda cambiar.
Hoy Jesús te llama y te dice: “rindete a mi, para que mi sangre pueda limpiarte de todo tu pecado”. Jesús quiere limpiarte y hacerte libre en esta hora. Así como este leproso reconoció que necesitaba un milagro, así hoy reconoce que tú necesitas ser salvó y limpio de todos tus pecados. Amen.
Repite: Señor Jesús me arrepiento de mi condición, Perdona mis pecados y limpiame con tu sangre. Te acepto en mi vida como mi único Salvador y Señor. Amen Amen Amen…
S. Lucas 5:13
Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.
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